Y es que casualmente las ardillas ayudan a que nazcan árboles al enterrarsus nueces, olvidándose más tarde donde las escondieron.
Los árboles nos ceden muchos beneficios, como los de aportarnos efectos positivos en nuestro estado de ánimo (los pacientes en los hospitales se recuperan más rápido si ven árboles desde su ventana), mejoran el clima, la calidad de aire, etc.
Una de las especies más habituales es la de la ardilla de Siberia que se puede ver en algunas regiones del norte de Asia. Estos simpáticos animales se pueden encontrar en los bosques, matorrales, jardines, parques, e incluso alrededor de las casas. A pesar de su aspecto similar al de las ardillas, se trata de animales excavadores. Viven en el suelo y utilizan cuevas para almacenar sus alimentos.
¿Sabías que las ardillas tienen su propia manera de comunicarse las unas con las otras? Emiten bonitos sonidos y utilizan gestos para comunicarse entre sí. La mayoría de las especies tienen rayas en la cara. A pesar de que la boca de una ardilla es muy pequeña, sus mejillas se pueden ampliar hasta tres veces el tamaño de la cabeza. Tienen unas bolsas en las mejillas que les permiten mantener la comida hasta que la dejen en las madrigueras.
La madriguera es una especie de túnel en donde descansan y dan a luz a sus crías, el resto de los túneles que excavan lo hacen para el almacenamiento de alimentos. Una ardilla puede almacenar hasta 8 kilos de alimento. Colocan hojas y hierbas en su madriguera principal, para poder descansar cómodamente y dar a luz a sus crías. Son muy activas durante la mañana y la tarde.
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